martes, 7 de diciembre de 2010

El tesoro que no ves...

De agites, precariedades y nostalgias...


[El acontecimiento.]


Muere Kirchner y la plaza y las calles del centro se llenaron de gente. Se repitió ya mil veces: esa multitud rebalsaba de pibas y pibes.


¿Por qué fuimos tantos a estar ahí en la calle y en la Plaza, nada más ni nada menos que a estar, poner el cuerpo, “hacer el aguante”… (a quién, a qué, por qué…)? Hablamos de pibes y pibas, para decirlo rápido, de una presencia “generacional” en esas jornadas… imposible no dar una discusión sobre esa presencia, y sobre la lectura de esa presencia ahí… incluso sobre el “fuerza Cristina” como grito de esos días. Discusiones que nos llevan a aquellas centrales: qué es la política, por dónde pasa la politicidad hoy, qué protagonismos se juegan hoy en el espacio público, cómo se está en la calle, cómo se está con otros…


Las preguntas se agolpan; ¿de qué está hecha esa presencia? ¿cómo es que se llenó de pibes la plaza si las principales “problemáticas” generacionales, jóvenes, si los principales problemas y preguntas que nos afectan (la precarización, la criminalización, el racismo, el gatillo fácil, la falta o los problemas de laburo, y muchos etcéteras) han quedado la mayoría de las veces al margen de aquello que la “gobernabilidad kirchnerista” ha tomado como interlocución (léase reconocimiento, tratamiento, lectura, atención…)?



lunes, 4 de octubre de 2010

¿Cuánto soportamos por la puta guita? (Segunda Parte)

Sobre el currículum oculto

Pensemos en la “oferta” de trabajos disponibles para los pibes y pibas, y a su vez en los “requisitos” que nos ponen como condición para trabajar… ¿Qué saber necesitan de nosotros?, ¿qué información necesaria portamos en nuestros cuerpos para el mercado o para el estado? Hay muchos datos que completar en un currículum vitae… pero ¿qué hay del “currículum oculto”?

Hay algo implícito, obvio, que requieren de nosotros y que no aparece como condición visible en el currículum. Hay un currículum oculto del pibe y la piba: se trata de las formas de vida, de las subjetividades, los saberes, la información para habitar y movernos en los terrenos sociales actuales.

Hay un saber que se requiere de nosotros y que no se dice sin embargo en una entrevista laboral: por ejemplo el conocimiento de la calle en el caso de los motoqueros o los cadetes. El Aguante aparece como saber y estrategia generacional; la creatividad, lo anímico, la disposición de todo nuestro cerebro y cuerpo para el trabajo… Un arma de doble filo para nuestros empleadores...

domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Cuánto soportamos por la puta guita?

Sobre el garrón laboral


Partimos de una certeza: ir a trabajar es un garrón (El malestar laboral…). Pero, ¿Qué es trabajar en las sociedades actuales?, ¿Qué es trabajar para los pibes y las pibas?, ¿Qué imágenes portamos de los trabajos?
Digamos que si no pensamos nosotros estos momentos laborales, si lo hacen las empresas y las publicidades…

¿Cuánto soportamos por la puta guita?

miércoles, 4 de agosto de 2010

Tarde en la noche Plaza Constitución...



Tarde en la noche Plaza Constitución…los cuerpos no dan más. Cuerpos en carne viva estallan. La capacidad de afección se ve desbordada…A veces la barra de energía corporal (esa de color amarillo que aparece en las pantallas de los videogames…) se satura…y entonces se acelera (y se hace caótico) el estado de cosas…laburantes cansados transformados en increíbles hulks… (Una escena cíclica del comic argento)

Un clima agobiante, denso, espeso va ganando la atmósfera. No se soporta más…la violencia te agarra de la nuca…Las imágenes cotidianas cada tanto tambalean… (Las de los laburos precarios, la de los viajes como ganados…) y hacen caer también a las imágenes televisivas (la sublimación de la violencia de aquellas).
¿Cómo podemos leer esta furia? Viajamos todos los días, y cargamos con la vivencia de un viaje de mierda, apretados, retrasados, con insultos, empujones y boqueadas entre nosotros. ¿Qué hacer con esa bronca?...

martes, 6 de julio de 2010

Todo crimen es político


1. Hace un tiempo nos vimos movilizados y conmovidos por la represión en el recital de Viejas Locas en la cancha de Vélez, donde la Federal asesinó a Rubén Carballo. Desde el Colectivo participamos de algunas movidas posteriores; la necesidad era no quedarse en casa, no aquietarse, agitar un poco, intentar exorcizar la indiferencia, la criminalización, las lógicas que se activan tras este tipo de acontecimientos. En ese momento escribimos algo (“Bastones que pegan con razones”), donde nos preguntábamos cuáles son las vidas que importan en nuestra sociedad: “Seguramente no las de los pibes y pibas que no son profesionales, ni blancos, ni decentes, ni buenos vecinos. Tampoco importan porque no son héroes, ni sus vidas tienen sentido político… somos vidas sin trascendencia… ¿Por qué por estos días se condena una forma de represión en el espacio público pero se habilita otra? ¿Por qué no se debe reprimir la protesta social pero sí la fiesta de los pibes?”.

Hace unos días otro caso de gatillo fácil desató una pueblada en Bariloche; en esas manifestaciones la Policía Provincial asesinó a otras dos personas. A esos acontecimientos (pibes y pibas a pedradas con la policía durante horas, todo un barrio movilizado) le siguieron montones de declaraciones de políticos y funcionarios locales y provinciales que iban en la línea de “no politizar” lo sucedido. El acontecimiento no entraba en la constelación de lo político sino que respondía a “problemas sociales”. (Una reminiscencia a “La crisis causó dos nuevas muertes”, titular de Clarín frente al asesinato de Darío y Maxi).
Lo inquietante es que el intendente de Bariloche, hoy, en pleno 2010, nunca podría haber dicho “no politicemos esas muertes” si en vez del caso de gatillo fácil y la posterior represión a la pueblada, se hubiera tratado de militantes políticos asesinados por la policía en una manifestación o corte de ruta.

lunes, 31 de mayo de 2010

El vagón y el pogo-avalancha.

Sobre algunas escenas de cuerpos juntados.


El vagón: lugar en que lo cotidiano remite a lo laboral, al agobio y al caos de transitar la ciudad en un tiempo social disciplinado. Clusters de cuerpos, una masa de músculos, pieles, cabezas, brazos, ropas, bolsos, carteras o mochilas, mp3s, celulares, DVD truchos, acero, angustias, frustraciones, y anhelos cotidianos. El vagón como un depósito de cuerpos. El galpón en donde cuerpos con los nervios en carne viva conviven amuchados. (Parecidos a nudas vidas). En el vagón, los cuerpos irradian nervios, malestares, molestias que se expulsan y se trasmiten de uno a otro, marcando el límite de soportabilidad con el otro y con uno mismo.


El pogo: También es el punto de partida es el hacinamiento de cuerpos. El lugar aquí es el recital, en donde una atmósfera mágica envuelve el aire haciendo que miles de cuerpos se desplieguen en direcciones contrarias a los rígidos y fatigados movimientos corporales cotidianos. Este es un lugar festivo, lúdico, elegido. Cuerpos juntados, pero alegres, desbordantes, movidos por el principio de la embriaguez. La música que desarma y desmiembra cuerpos individuales y los diluye en moldes más grandes.- gigantes-. Cuerpos que dejan su condición finita para expandirse en el espacio, continuándose en la liquidez del cuerpo vecino. Una marea de cuerpos hacía ninguna dirección.


La avalancha: Aquí el lugar donde se realiza es la cancha, y específicamente la popular, donde no encontramos asientos que hagan de moldes, sino una gran cantidad de escalones (de cemento o de madera) que hacen de base donde los cuerpos, se mueven para acá, se mueven para allá, marcando otro tipo de ritmos de nuestros cuerpos. Cada banda, de cada hinchada marca un ritmo de partido, y los para-avalanchas nos permiten marcar el movimiento de los cuerpos, los traspasamos, y también podemos colgar de ahí. Vemos en la avalancha cuerpos que se disuelven y se desarman en la alegría, momentos embriagantes y sagrados como en el pogo. Y no se trata solo de la presencia de alguna canción o un gol, sino de una manera de estar entre nosotros, una manera de tocarnos donde ponemos nuestros cuerpos dispuestos a desarmarse en otro cuerpo más potente y alegre.

Dos formas de hacinamiento (una el vagón y otra el par pogo-avalancha) revestidas por diferentes sentidos.

jueves, 6 de mayo de 2010

Colgados del tren




(Algunos esperan que, en cada estación, los viajantes se introduzcan en el tren para hacer de sus cuerpos un escudo humano de protección ante la imposibilidad de cerrar las puertas... y por esto, viajan colgados, rebalsando del tren, y desde ahí pueden trazar un mapa de cada viaje... Ocupan la posición de estar colgados en aquel viaje, y ponen su cuerpo en esta trama...
... Muchas veces, cuando los trenes viajan vacíos, o digamos, con pocas personas paradas, se pueden ver, todavía, algunos de esos cuerpos que viajan colgados del tren, como viajantes fantasmas, ángeles caídos que se suben a un tren sin saber de dónde viene ni a dónde va...)

domingo, 7 de marzo de 2010

Apuntes sobre la lógica mediática ( y la criminalización...)

Un plano oscuro muestra un auto estacionado con las puertas y el capot abierto, el videografh anuncia Almagro inundada en letras catástrofe. La notera le pregunta a un hombre si le entró agua al auto, luego desaparece del cuadro pero se escucha su voz. Esta realmente sensibilizada, como los vecinos del barrio.