El rumor se había expandido por el aire mayoritariamente a través del circuito del “boca en boca”; novias, amigos, compañeros de laburo, compañeros de facultad, nos habían anoticiado, esta vez la bemba clandestina- aclaración: la clandestinidad cada vez más obligada del plan barrial roquero- nos decía que la renga organizaba un festival en las sierras de Córdoba. Al principio quedamos medio confundidos ¿la renga tocando en un festival? Claro, es entendible, la lógica cultural posmoderna produce sus efectos, tenemos introspectado el vinculo festival de rock= multinacional esponsoreando la “cultura juvenil”. Esta relación que –al menos para nuestra generación esta muy naturalizada- se hizo pedazos esta vez. El murmullo se materializo: la renga organizo el festival de la huella invisible, en Santa Maria de Punilla, en las sierras de Córdoba, a unos km de Córdoba capital. Hacia allí partimos, sabiendo que lo que íbamos a vivir tendría el aroma de los acontecimientos importantes. No nos equivocamos…
viernes, 20 de marzo de 2009
martes, 10 de marzo de 2009
Los Antipibes
Acercándonos a los últimos días del año, nos encontramos con un nuevo aniversario del acontecimiento-Cromañón. Interfiriendo los sonidos de la “alegría social” de las festividades de fin de año, regresa el ruido mudo, la música silenciosa del horror y la desesperación que trae aparejado el recuerdo del suceso. Sabemos –sobre todo en estos días que se caen del año– que es inevitable que nos asalten las imágenes del horror, la muerte y la ausencia. Pero también estamos convencidos de que estamos obligados a pensar este acontecimiento generacional, en cada uno de sus retornos –siempre desbaratadores, por cierto–. Cada vez que el acontecimiento-Cromañón asalta el presente de nuestras vidas cotidianas, debemos convocar a nuestras fuerzas y a nuestras sensibilidades para pensarlo, para ponerle nombre. Esta nueva conmemoración nos encuentra inmersos en un creciente clima anti-pibe. Nos referimos a un clima en donde impera la lógica de la criminalización que ya estaba presente, junto a otros discursos, en el poscromañón.
No escondamos nuestras bengalas
Aguante, precariedad y creación. Una lectura de Cromañón.
1.
Este texto parte de una necesidad: hablar sobre Cromañón pero con nuestras propias palabras, hablar como generación, plantarnos como jóvenes, afirmarnos y no dejar que hablen por nosotros ni los medios, ni los viejos chotos, ni los psicólogos, ni los especialistas, ni las publicidades, ni nadie.
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Este texto parte de una necesidad: hablar sobre Cromañón pero con nuestras propias palabras, hablar como generación, plantarnos como jóvenes, afirmarnos y no dejar que hablen por nosotros ni los medios, ni los viejos chotos, ni los psicólogos, ni los especialistas, ni las publicidades, ni nadie.
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