
El rumor se había expandido por el aire mayoritariamente a través del circuito del “boca en boca”; novias, amigos, compañeros de laburo, compañeros de facultad, nos habían anoticiado, esta vez la bemba clandestina- aclaración: la clandestinidad cada vez más obligada del plan barrial roquero- nos decía que la renga organizaba un festival en las sierras de Córdoba. Al principio quedamos medio confundidos ¿la renga tocando en un festival? Claro, es entendible, la lógica cultural posmoderna produce sus efectos, tenemos introspectado el vinculo festival de rock= multinacional esponsoreando la “cultura juvenil”. Esta relación que –al menos para nuestra generación esta muy naturalizada- se hizo pedazos esta vez. El murmullo se materializo: la renga organizo el festival de la huella invisible, en Santa Maria de Punilla, en las sierras de Córdoba, a unos km de Córdoba capital. Hacia allí partimos, sabiendo que lo que íbamos a vivir tendría el aroma de los acontecimientos importantes. No nos equivocamos…