Encuentros
de pensamientos en filmación sobre
¿Quién lleva la gorra hoy?
A fines
del año pasado junto a pibes amigos de Don Orione y con la ayuda de otros
amigos que incorporaron saberes en teatro y cine, armamos un audiovisual ¿Quién
lleva la gorra hoy? (capítulo 1: El mercado no pregunta). La idea era pensar en su especificidad la
relación entre criminalización y mercado. La pregunta por esa gorra que circula
pidiendo cabezas que la sostengan, nos continúa intrigando. En el camino nos
cruzamos con compañeros de la Universidad Nacional de Quilmes y pintó un proyecto
audiovisual para seguir pensando la criminalización y las violencias barriales
(De las que tienen como protagonistas a la policía y a la gendarmería y como
actores secundarios a los pibes, pero también, de esas violencias subterráneas,
difusas, jodidas que inquietan presupuestos académicos, políticos,
intelectuales). De estas composiciones, surgieron encuentros (con dinámica de
taller, pero no solo) en los que junto a los pibes del Envión de Don Orione (en
donde participan los pibes que conocíamos del barrio) estamos pensando y
cartografiando las violencias y sus mundos.
Pensamientos en textos, pero también en
imágenes, siempre craneando junto a los pibes y pibas modos de registro y
representación de las realidades del barrio. Hay presupuestos y axiomas que
respetamos (como códigos del viejo vestuario futbolero) ninguna palabra es mas
válida que otra, suspendemos jerarquías a priori y vemos que onda. Sí, como en
las aulas, como en la calle: el respeto
–la atención, la mirada- hay que
ganárselos. Y la cosa funcionó y funciona. Ideas pibes que son fiesta de
los músculos. Ideas-cuerpos. Por eso salen videos y textos, guiones y
flasheadas, risas y pensamientos profundos…
Primero pensamos el formato de los encuentros: qué
hablar sobre qué y cómo hablar del qué con los quiénes. ¿Cómo seguir moviendo
esa pregunta de Quién lleva la gorra?, ¿Cómo proponer o devolver o procesar las
inquietudes de los pibes y pibas sobre los “abusos” de la gendarmería o la
policía? Pero también, ¿Cómo pensar las relaciones conflictivas con vecinos y
viejos sin gambetear la problemática de la violencia interna, entre ellos
mismos? Hay vidas que no importan para la sociedad que se defiende, hay vidas-pibes
criminalizadas, reprimidas y aniquiladas. Pero también, hay situaciones en que
la muerte es fija, cuando gatillar es fácil. Pensando desde acá, y
tratando de estar pillos para atajar lo que salta y cae afuera de planes
previos. Hicimos y hacemos: filmaciones, mapas, reflexiones, guiones…La idea es
generar un espacio en donde circulen preguntas; sobre nuestros bondis, sobre
nosotros y los barrios, sobre lo mediático, sobre los rochos y las gorras,
sobre vidas que valen y vidas que están en oferta. Cada encuentro un plan –mas allá de que
estén destinados a fallar-
Por eso, los encuentros son el resultado del cruce
de diferentes propuestas: lo que se planificó, lo que dijo el que quería filmar
o el que quería actuar, lo que no hicieron los que se quedaron a un costado de
las charlas, lo que aportaron los inquietos que pedían la palabra, los que no
querían estar ahí, los que vienen siempre o los que caen a veces. Cada una de
las propuestas –cuando las había- eran difusas, y si había objetivo en el
encuentro nunca era del todo nítido. Lo que sucede son pensamientos en
filmación: uno filma y los demás actúan (o actuamos), tiramos ideas o las
corporalizamos. Filmamos el barrio onda documental o armamos un guioncito de
ficción. El pensamiento como un movimiento de imágenes…Así está la cosa.
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