Tempestades anímicas y mayorías populares
Por Gonzalo Sarrais Alier
Después de estos largos años de ajuste - que ahora se intensifican con la recesión- la catarata de conflictos, gestiones diarias y alarmas que se encienden cada vez que se desgasta o rompe algún instrumento de la infraestructura vital, se acumularon a tal punto, que dejaron en jaque a nuestro campo anímico. Imposible reconocer de que está hecha esa tempestad cotidiana.
Se reacciona con cansancio, quemazón, impotencia, mezquindad y en su mayoría resoluciones en soledad. También se salta exageradamente, se desconoce a los otros, se estalla por cualquier gilada. Un estado de furia dirigido casi a cualquier cosa. Por eso no se puede reducir este estado cotidiano a afirmaciones como: “se naturaliza lo que nos pasa”, “o se soporta”, ni a un especie de resignación generalizada, que siempre termina en una interpelación a los estados de intranquilidad social desde una exterioridad.
Este ensayo parte desde una interpelación a una experiencia en particular: hace años venimos haciendo una cartografía de las mayorías populares desde una alianza con un grupo de jóvenes raperos. Esa experiencia, su recorrido y sus resonancias, las compartimos en “Rima pa los compas” (Ed Tinta Limón). Un espacio de pensamiento donde fuimos conquistando un nosotros perceptivo y se atesoraron impresiones, registros del clima barrial y preguntas que se iban reformulando con los años. La ausencia de recursos para sostener el espacio, nos adelantaba que hace años no entran dentro de las agendas políticas los dramas de las mayorías; pero también mostraba, que generar cartografías concretas molesta y colisiona con los “diagnósticos” que anestesian las maneras de intervenir políticamente. Simplemente, molesta ese inestable equilibrio de recursos y hábitos de ajuste para moverse en el terreno precario.
Se trata de introducir el vínculo entre las cartografías y un campo anímico difícil de distinguir. ¿Se puede hablar de preocupaciones e intranquilidades mayoritarias? ¿De qué está hecho ese clima anímico al que se apela cuando nos encontramos frente a una situación de indiferencia o soledad?
Soledades políticas frente a un despido
o destrucción de algún derecho esencial. Pero también frente a miles de dramas
cotidianos que se vienen acumulando sobre las espaldas de las mayorías.