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martes, 6 de julio de 2010

Todo crimen es político


1. Hace un tiempo nos vimos movilizados y conmovidos por la represión en el recital de Viejas Locas en la cancha de Vélez, donde la Federal asesinó a Rubén Carballo. Desde el Colectivo participamos de algunas movidas posteriores; la necesidad era no quedarse en casa, no aquietarse, agitar un poco, intentar exorcizar la indiferencia, la criminalización, las lógicas que se activan tras este tipo de acontecimientos. En ese momento escribimos algo (“Bastones que pegan con razones”), donde nos preguntábamos cuáles son las vidas que importan en nuestra sociedad: “Seguramente no las de los pibes y pibas que no son profesionales, ni blancos, ni decentes, ni buenos vecinos. Tampoco importan porque no son héroes, ni sus vidas tienen sentido político… somos vidas sin trascendencia… ¿Por qué por estos días se condena una forma de represión en el espacio público pero se habilita otra? ¿Por qué no se debe reprimir la protesta social pero sí la fiesta de los pibes?”.

Hace unos días otro caso de gatillo fácil desató una pueblada en Bariloche; en esas manifestaciones la Policía Provincial asesinó a otras dos personas. A esos acontecimientos (pibes y pibas a pedradas con la policía durante horas, todo un barrio movilizado) le siguieron montones de declaraciones de políticos y funcionarios locales y provinciales que iban en la línea de “no politizar” lo sucedido. El acontecimiento no entraba en la constelación de lo político sino que respondía a “problemas sociales”. (Una reminiscencia a “La crisis causó dos nuevas muertes”, titular de Clarín frente al asesinato de Darío y Maxi).
Lo inquietante es que el intendente de Bariloche, hoy, en pleno 2010, nunca podría haber dicho “no politicemos esas muertes” si en vez del caso de gatillo fácil y la posterior represión a la pueblada, se hubiera tratado de militantes políticos asesinados por la policía en una manifestación o corte de ruta.